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¿Qué pruebas de detección necesita usted? (solo haga las pruebas que necesite)

Control de presión arterial
La hipertensión arterial (presión alta) está íntimamente ligada al riesgo cardiovascular, a medida que aumenta se favorece la obstrucción grasa de las arterias. El aumento de la presión arterial tiene relación directa con el riesgo de accidente cerebrovascular (“ataque cerebral”) y con el infarto cardíaco, y en menor grado con lesiones en otros organos (ojos, riñon, etc,)


En la Argentina se calcula que el 26% de la población mayor de 15 años presenta hipertensión.
La Sociedad Argentina de Cardiología recomienda la medición de la presión arterial en toda la población y si es normal repetir el control cada dos años.

Recordemos que la presencia de otras enfermedades o factores de riesgo (diabetes, obesidad, etc) determinan la necesidad de realizar un control de la presión arterial con una frecuencia mayor, una vez al año.

Control de colesterol
El aumento del colesterol en la sangre constituye un factor de riesgo, definido este último como una circunstancia que aumenta la probabilidad de que una persona contraiga una enfermedad, el colesterol se deposita en las arterias obstruyendo la circulación de sangre hacia diversos órganos. Por lo cual hablar de aumento del colesterol implica hablar de enfermedad cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en la población, el 30% de las muertes son atribuibles a estas causas, de ahí la necesidad de tratar aquellos factores que favorecen el desarrollo de estas enfermedades.
Se recomienda que toda persona mayor de 20 años tenga una determinación
de colesterol y colesterol-HDL (“colesterol bueno”), reservando el estudio de los triglicéridos sólo si alguno de los anteriores se encuentra dentro de límites anormales. De obtenerse valores deseables de colesterol total (menor a 200 mg), se repetirá solamente el colesterol a los 35 años y de allí en más cada 5 años hasta los 70 años, siempre que los sucesivos controles no registren resultados indeseables.
Si se presentara algún otro factor de riesgo cardiovascular el control se realizará periódicamente.


Determinación de glucosa en sangre (glucemia).
La diabetes es un importante factor de riesgo cardiovascular favoreciendo la oclusión arterial aumentando así el riesgo de infartos, ataques cerebrales, insuficiencia renal (es la principal causa de ingreso a diálisis), ceguera (la diabetes es la causa prevenible más frecuente de ceguera), etc.
El Ministerio de Salud recomienda el control mediante la medición de la glucosa en sangre (glucemia) a partir de los 45 años y si es normal repetirlo cada 5 años.
Como mencionamos valorar el riesgo individualizado es importante, aquellos con obesidad, hipertensión arterial, colesterol aumentado, familiar (padre, madre, hermanos) con diabetes, antecedentes de glucemias elevadas requieren de controles periódicos y a edades más tempranas.


Control del peso y circunferencia abdominal.
En nuestro país la prevalencia de Obesidad es del 20 al 22% y la de
Sobrepeso del 32 al 39%
El índice de masa corporal y el perímetro de cintura son las mediciones de las cuales se valdrá su médico para determinar su situación,.
Un índice de masa corporal (peso en kilogramos / talla en mts al cuadrado) mayor a 25 indica sobrepeso y un índice mayor a 30 obesidad. La obesidad esta íntimamente ligada a la mortalidad por afecciones cardíacas, diabetes e hipertensión; además está asociada a otras enfermedades como cáncer (de mama, colon, endometrio, esófago), infertilidad, artrosis, litiasis vesicular, etc.
Además la acumulación de grasa a nivel abdominal tiene una relación directa con el riesgo cardiovascular, así un perímetro de cintura mayor a 100 cm en el hombre y 89 cm en la mujer constituye un factor de riesgo independiente, independientemente del peso o índice de masa corporal que presente.


Mamografía
El cáncer de mama constituye el más frecuente tumor maligno en las mujeres, 20% del total, y el tumor que más muertes produce. Se calcula que la mortalidad en la Argentina es de 22 mujeres cada 100 mil, lo que representa que casi 6000 mujeres mueren por año.
Dado que modificar factores predisponentes es difícil, a largo plazo el mayor esfuerzo debe ser la detección precoz y el tratamiento; el pronóstico depende altamente del volumen de la enfermedad al momento del diagnóstico; la tasa de curación de tumores menores de 2 cm supera el 80% y esto además implica menos cirugías mamarias con amplias resecciones y quimioterapias.
El Ministerio de Salud recomienda la realización de autoexamen en forma periódica y de mamografías (radiografías de ambas mamas) cada 2 (dos) años a partir de los 50 años hasta los 70 años. En los últimos años algunas organizaciones recomiendan realizarla a partir de los 40 años y hasta los 74 años. Aquellas mujeres de alto riesgo, por ejemplo aquellas con antecedentes familiares en primer grado con cáncer de mama, deberán comenzar los controles a edades más tempranas.


Papanicolau (PAP)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que hay 500 mil casos al año de cáncer de cuello de útero en todo el mundo, en Argentina se calcula entre 6000 y 8000 casos por año, según el Indec aproximadamente la mitad de la población no realizó un PAP en los últimos dos años. Es de destacar que algunos informes señalan que cerca del 30% de la población no conoce la utilidad del PAP.
El virus conocido como HPV (virus del papiloma humano) está íntimamente relacionado con el cáncer de cuello uterino.
Los principales cofactores que contribuyen al proceso de desarrollo tumoral por HPV son: adicción al cigarrillo, consumo de anticonceptivos orales (en forma continua, durante más de 5 años), conducta sexual promiscua (múltiples acompañantes sexuales), iniciación precoz en las relaciones sexuales, desnutrición, ingesta prolongada de corticoides, padecer de HIV, o haber sido trasplantada. Algunos cofactores deben ser modificados pero fundamentalmente deben ser tenidos en cuenta para asegurar un seguimiento.
El Ministerio de Salud recomienda iniciar la detección mediante la técnica de Papanicolau a toda mujer a partir de los 25 años y que haya comenzado relaciones sexuales, sin embargo otras organizaciones prefieren empezar a los 21años. Si el resultado es normal se repite cada tres años. De ser anormal su medico solicitará una colposcopía y cepillado endocervical para completar los estudios.
Recuerde que cada individuo puede tener un riesgo individual diferente por lo cual su médico puede indicar otra frecuencia de realización del estudio.
El cáncer de cuello puede ser diagnosticado en estadios tempranos lo cual requiere de una cirugía mínima y ambulatoria para luego realizar seguimientos anuales.


Pruebas para detección de cáncer de colon
Este tipo de cáncer constituye la segunda causa de muerte en el mundo occidental, tiene un muy lento crecimiento a partir de lesiones benignas (pólipos) lo cual permite una detección y tratamiento temprano, al igual que otros tumores, de la detección de lesiones precancerosas o del tamaño inicial del tumor dependerá el pronóstico.
El Ministerio de Salud recomienda realizar a partir de los 50 años un test de sangre oculta en materia fecal en forma anual; algunas organizaciones medicas además recomiendan la posibilidad de realizar una colonoscopía (visualización directa del colón a través de una cámara) cada 10 años.
En cualquier caso se recomienda que sea informado sobre los riesgos y beneficios de los estudios.


Pruebas de detección para cáncer de próstata.
Se recomienda a partir de los 50 años la realización de tacto rectal y análisis de sangre para la detección de PSA (antígeno prostático específico) en forma anual.
Algunas organizaciones recomiendan que se informe con su médico los beneficios y riesgos y así tomar una decisión conjunta.


Que recomendaciones se deben seguir

• Prevención de lesiones por accidentes de tránsito, utilizar cinturón de
• seguridad, casco para motociclistas y ciclistas, educación vial.
• No tener armas de fuego en la casa.
• Evitar consumo de tóxicos como el alcohol, tabaco y drogas ilícitas.
• Elaborar un programa de ejercicios físicos regulares.
• Limitar la ingesta de grasas y colesterol, mantener el balance calórico y
aumentar el aporte de frutas y vegetales.
• Ingesta adecuada de calcio en las mujeres.
• Evitar conducta sexual de alto riesgo. Usar condones.
• Visitar regularmente al odontólogo.

NADIE CONOCE MEJOR SU SALUD QUE USTED
Consulte con su médico las dudas que tenga, aproveche el CPS para revisar situaciones de riesgo familiar o personal.


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La información aquí brindada constituye una guía general, no debe ser utilizada para el diagnóstico o tratamiento de alguna condición médica. Consulte y solicite información a su médico quién lo aconsejará sobre el diagnóstico y tratamiento que se ajusta a su caso.